Viaje al futuro: educación en el 2030 Actividad 20

Para la última entrada de este blog se nos ha pedido reflexionar sobre la educación en el 2030 (en 10 años). Seguro que entre mis compañeros de esta y anteriores promociones del máster hay todo tipo de conjeturas y suposiciones, factibles o rocambolescas. Sin embargo, 10 años, una década, puede no suponer nada, ningún cambio drástico o notable. O por el contrario, una década lo puede cambiar todo...


Ateniéndonos a una evolución de los hechos pausada y constante, y suponiendo que en diez años nuestra realidad geopolítica no haya sufrido alteraciones, lo más posible es que la educación no refleje grandes transformaciones a nivel estructural. Habrá cambios de forma, por supuesto, especialmente con el incremento en las aulas de las tecnologías y el bilingüismo, pero los marcos educativos de base seguirán siendo los mismos.

A pesar de todo, me permito a continuación ser un poco "pesimista", al menos en lo formal y sociológico del asunto. 

Parece evidente, por el devenir de los acontecimientos, que al observar la educación a medio y largo plazo vamos a encontrarnos con una realidad que ya es un hecho hoy en día: la falsa idea de "ascenso social" que el capitalismo nos ha hecho creer está rota y es ficticia. Si naces en una familia pobre, la educación no te está sirviendo para abandonar ese estrato social. La igualdad de oportunidades es medida únicamente por el rendimiento académico, sin atender al contexto socioeconómico, familiar y afectivo de cada alumno.

Además, la imposibilidad de acceder a formación superior de calidad (especialmente por las trabas económicas) y el continuo recorte y deterioro en una formación completa y elevada en el campo de las Humanidades, creará personas incapaces de ser críticos con la realidad que les ha tocado vivir. Todo esto contribuirá a la erosión de las bases sociales de la democracia actual. Asimismo, parece que esto va a favorecer el aumento de posturas más "mercantilistas" en la educación, hasta el punto de que podría producirse una educación cada vez más científico-tecnológica y menos orientada a la defensa y adquisición de conocimientos en los campos de las humanidades y las artes.

Vivimos en unos tiempos de modernidad líquida, donde las formas tradicionales de enseñanza parece que poco a poco están perdiendo su actuación. Cada vez se torna más evidente que esa educación tradicional de la que todos venimos, representada a través de la clase magistral, pese a que da muy buenos resultados a nivel de conexión directa con los alumnos, está siendo menos eficaz ante el torrente de sobre-imformación y el auge de la cultura de la inmediatez.


¿Qué hacer, como futuros docentes, ante el panorama que se nos presenta?

Lo primero y principal: no desistir de la ardua tarea que se nos viene encima. Ahora más que nunca la Educación en mayúsculas y el sistema educativo español necesitan de profesionales tanto en sus áreas de conocimiento como en aspectos psicológicos y pedagógicos. Educar en valores, en idiomas, en tecnología, en interculturalidad, en respeto y de una forma crítica y activa.

No sé si el Máster del Profesorado que actualmente cursamos están dando la suficiente respuesta a las necesidades de los nuevos profesores. Lo dudo bastante. Me parece un primer paso muy importante, pero veo necesario una remodelación integral, tanto de estructura como especialmente de contenidos y cronograma de todo el máster, atendiendo sobre todo al módulo genérico, donde no creo que se estén alcanzando los objetivos necesarios para una preparación completa. Los docentes y futuros docentes de hoy aún tenemos muchas carencias a nivel pedagógico, por lo que me parece necesario no sólo tener ganas y entusiasmo por la profesión (eso por supuesto y ante todo) sino también una correcta preparación psicopedagógica que no se alcanza por completo en tan sólo dos meses lectivos y con la vigente metodología de clases magistrales a las que hemos asistido este tiempo. Es un primer paso, una mejora en cuanto al antiguo CAP, pero aún queda mucho por hacer. Y considero que si queremos profesores preparados para las aulas del 2030, ante todo necesitamos que el aprendizaje de esos futuros profesores sea transversal y efectivo. 



- Blanca Domingo

Comentarios

  1. Para el 2030 la Educación debe reinventarse ser formativa, creativa innovadora, inclusiva, transformadora de la realidad que nos toque vivir, pero sobre todo ser autogestionaria.

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