Educación y Empleo Actividad 2

La educación y el empleo son dos conceptos íntimamente relacionados en nuestro modelo social, pues no entendemos el segundo sin el primero. Hemos erigido un sistema educativo con el objetivo de formar individuos para transformarlos en ciudadanos aptos y funcionales para nuestra sociedad. Esto pasa, inequívocamente, por la realización de cada persona mediante un trabajo.
Para una sociedad capitalista como la nuestra, los individuos sólo son útiles cuando desempeñan un trabajo. Por ello, las etapas de la infancia, adolescencia y primera juventud están destinadas a la adquisición de conocimientos (mediante la educación, reglada por el sistema educativo) que el individuo pueda usar en su etapa adulta para desempeñar un trabajo (remunerado).

El acuciante problema en la España actual es el desajuste entre "estudios" y "trabajo", especialmente entre los jóvenes. Se identifican dos problemas principales, a los cuales se ha tratado de buscar soluciones. En esta entrada se esbozarán algunas de las propuestas realizadas de manera grupal durante la clase.

Por un lado encontramos la problemática en el desajuste de empleabilidad entre titulados de Formación Profesional y titulados universitarios. Por otro, la falta de información real dada a los alumnos de ESO y Bachillerato sobre salidas profesionales y trayectoria estudiantil a escoger.

Formación Profesional vs. Formación Universitaria

A día de hoy, cualquiera podría afirmar que las FPs (Formación Profesional) tienen más salidas laborales que los Grados y Licenciaturas universitarias:

"La Formación Profesional acapara ya el 42,4% de la oferta de empleo en España, mientras que la Universitaria cae hasta el 38,5%"

The Adecco Group Institute e Infoempleo, 2018

Esto se debe en parte debido a que sus enseñanzas están orientadas a la adquisición de conocimientos de carácter práctico. Un titulado en Formación Profesional sale de la escuela sabiendo desempeñar un oficio concreto, por lo que dedicarse a ello profesionalmente le será mucho más fácil e intuitivo que a un titulado universitario, el cual ha adquirido conocimientos más teóricos sobre una materia concreta. Por contra, el estigma social que arrastran aún hoy las FPs y su mala consideración a nivel laboral (incluso en legislación de contratación y salario) provoca que los sueldos sean inferiores. Por todo ello, las empresas suelen encontrar económicamente más rentable contratar a personas que dispongan de Grado Medio o Superior de Formación Profesional. Este doble rasero puede funcionar como ventaja e inconveniente a la vez para los graduados en FP, ya que son más solicitados en el ámbito laboral pero a la vez peor considerados.

Por otro lado, actualmente el mundo universitario se encuentra por completo desvinculado del mundo laboral, hasta el punto que incluso en los Grados, Másteres y Licenciaturas más técnicas (como pudieran ser todas las Ingenierías) no forman a sus alumnos en el ámbito práctico, y los jóvenes terminan por salir de sus facultades con un título en el currículum pero ninguna experiencia laboral y real que lo avale. Esto además produce la aparición de otro fenómeno: la frustración generada en el individuo ante el desfase entre su formación (de carácter generalista) y su profesionalización (especializada).

Ante todo esto, nuestra principal medida pasaría por dos claves.
1. Revisión de los salarios y su categorización según las distintas profesiones regladas.
2. Un mayor número de créditos universitarios destinados al Practicum en cada Grado.

Orientación laboral en los centros educativos

Actualmente se estima que en torno al 30% de estudiantes no finaliza el grado universitario del que se matricularon en primer lugar, muchos por un cambio en el ámbito de sus estudios y otros por abandono. Dicho análisis se ha elaborado en el ámbito universitario por ser el que mayor "fracaso escolar" presenta en la actualidad. Parte del problema viene dado por la incapacidad del alumno de ESO y Bachiller de tomar una decisión acertada con respecto a su futuro laboral. ¿Por qué un chaval de 16 años no tiene metas laborales? En la mayoría de ocasiones, por desconocimiento del mundo profesional y/o desinformación a respecto.

La solución aquí propuesta pasa por procurar, desde los centros de enseñanza de Secundaria y Bachillerato, una orientación real y fáctica al alumnado sobre las salidas laborales que existen en nuestro país y el modo de acceder a cada uno de los puestos de trabajo. Para que esta idea tome forma, es necesario que el profesor tenga en cuenta en todo momento su papel como educador y orientador, no únicamente como mero transmisor de conocimientos de su especialidad. Proponemos la creación de una orientación tutorizada de carácter individual y personalizada para cada alumno en todas las etapas de la educación secundaria. Bien es cierto que ya existen algunas "charlas informativas" en todos los centros docentes sobre las carreras y FPs existentes, pero para que la relación entre empleo y educación sea lo menos brusca y traumática posible, es necesaria una labor mucho mayor. Esta medida persigue como fin el mostrar las implicaciones reales de cada trabajo y el recorrido académico necesario a seguir (orientación para escoger FP o estudios universitarios y especializarse).

Asimismo, también proponemos un acercamiento del alumnado a experiencias laborales reales, mediante la creación de excursiones y "salidas" de carácter didáctico-práctico destinadas al aprendizaje de distintas profesiones buscando acabar con concepciones equivocadas (tanto negativas como idealizadas) de determinados puestos de trabajo. Por ejemplo, un día en el campo, en una granja, en un laboratorio, en una óptica, en un banco, en el parlamento, etc. En definitiva, acercar el aula al mundo laboral de una manera dinámica e ilustrativa que ayude a los adolescentes a conformar metas sobre su futuro y, tal vez, les inspire y motive a un mejor rendimiento académico.


- Blanca Domingo